La solemnidad de la Anunciación del Señor aunque no es día de precepto si es una fiesta se encierra un profundo sentido teológico por esa anunciación en el Evangelio de san Lucas del Arcángel San Gabriel a la Santísima Virgen que concibibiria y daría a luz al Verbo encarnado: Jesucristo el Señor.

Se cumple la profecía de Is 7, 10-14: “La Virgen está encinta y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Enmanuel que significa “Dios-con-nosotros”. 

El “fiat” de María, “hágase en mí según tu Palabra”, hace que sea una fiesta mariana, pues son nueve meses antes de Navidad.

Hace pocos días hemos celebrado a su esposo San José. Hacer la voluntad del Padre que nos habla por medio del Arcangel san Gabriel está enfocada también a nuestra vocación a la santidad como hijos de Dios bautizados en Cristo con el Espíritu Santo.

“Aquí estoy Señor para tu voluntad”, nos dice el Salmo de hoy.